agosto 09, 2010

angustia

Arranqué a nadar lenta y cansinamente. Saco la cabeza con esfuerzo y veo velas inalcanzables a lo lejos, bajo un horizonte azuliquado, movil y denso. La viscosidad del medio y su salinidad se han apoderado de mí. El cansancio es mi dueño y ya casi no siento mi cuerpo. Anestesiado por el esfuerzo apenas reacciono ante las pasadas (malas) de la imaginación y la previsible muerte segura. ¡Si apenas puduiera dejarme morir? pero mi cuerpo se aferra a aletear los brazos en la dirección del espejismo de las velas. Absurdo. Dentro de un tiempo inexorable aunque incierto, llegará la noche y con ella el paralizante miedo y el helador océano. Sólo pensar en ello mutila todo sentido de la supervivivencia, absurda, invitando a dejarse morir aún sabiendo que ello es imposible mientras quede una gota de inconsciencia. Que curiosa es la existencia que nos impide morir como acto máximo de voluntad, de individuo, haciendo del instinto el vencedor de nuestra libertad. Como si el cerebro reptiliano que llevamos en la profundidad de nuestra cabeza terminara controlando la voluntad de nuestra corteza, reflejo de nuestro desarrollo evolutivo...¿seremos al final presa de nuestro origen?

agosto 08, 2010

soñar está prohibido?

hay un espacio en el sueño de pach y mio que está lleno de andamios. estamos construyendo algo inexistente, claro, para darle vida y naturaleza de ser. constructores de planos de ilusión con tiempo y convicción de lo que queremos obtener. a deal is a deal. y yo añadiría, a dream is a dream. los antipragmaticos haciendo negocios...sería un hermoso espacio de connivencia cultural, un resort prosaico para beber y tapear alrededor de lo intangible, las ideas que van y vienen y deberían orbitar sólo para adquirir realidad, para existir, sacar las ideas de la cabeza y plasmarlo es la única forma de darle existencia.

agosto 07, 2010

el hombre que no soy



 No sin esfuerzo conseguí zafarme de las aguas y saltar , solitario, al mundo. Me esperaba una playa blanca, barrida por un agua que cegaba la vista. Mi cuerpo a todas luces imperfecto, era mecido por el agua mientras yo lo cultivaba con mimos, miradas y caricias. Incluso lo autoretraté. Sólo, completamente aislado en mi mismo, inacapaz de relacionarme con otros seres, caí en la indiferencia mientras me disolvía en el agua que se filtraba entre la arena, devolviéndome al lugar que me había traido.

yo me tattooÉ a Lenin en el pecho


En el sombrío y húmedo barrio de Leiptzig donde me crié todo estaba decorado con su efigie. Mi universo se construyó bajo su familiar y afable mirada. Así que cuando estuve en la armada, en aguas de la DDR en aquella fría y forzosamente dolorosa fragata, no tuve ninguna duda: lo querría para siempre en mi pecho, sobre mi corazón, donde poder darle mi pulso. Un intento iluso e imposible de resucitar su vida y su obra, la que nos hizo a la vez incómodo el día a día y en muchas ocasiones prósperos y cultos. Hoy, ya en otro tiempo, permanece en mi y contagia mi mirada feliz y complaciemte del mundo. No se si por mí, por él o por su presencia ectópica en mi piel.