abril 01, 2011

De dioses y hombres (y actores)

Aceptar. Estar comprometiDo consigo mismo. Ser feliz por ello. Dudar. Las esquinas de la vida azuzan nuestro equilibrio y nos desasosiega. La búsqueda de las convicciones, la solidez de nuestra vida y de los pilares que la sostienen se tambalean a veces. Entrar en un mundo equilibradao, ensamblado, lleno de esencias que hacen importante la vida, que le dan sentido. Quiza sea la felicidad. Así se presentan los monjes de De dioses y hombres (Des hommes et des dieux) dirigida por Xavier Beauvois en 2010.

Pero incluso así, uno es vulnerable. Incluso si estás recluido, aislado. Eres vulnerable. La vida es exponerse. Y ello conlleva hecer frente a replantaeamientos inpensables, quizá inimaginables.
Esa es la inmensa pregunta que desborda sin aspavientos a los monjes de Dioses y Hombres. La pregunta reflexiva de la vida que cada cual se ha dado en vivir.
Excepcional interpretación del silencio colectivo, de la tolerancia y de la aceptación del OTRO. Del que no eres tu, y por ende, distinto a tí. Dificilísimo expresar lo que los corazones de los monjes, se dicen. Su calma y su equilibrada existencia, llena de compromisos, y de generosidad. De lo que no hay. Y luego la luz y Zurbarán.
Por desgracias, también está la mierda de la vida de los hombres, que se obstina en eliminar a lo mejor de los dioses por razones espurias. Que duelo.Qué peliculon.

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