Desde que re-escuché recientemente el vinilo homónimo de Rick Wakeman, cargado de recuerdos de la post adolescencia, sentí además de la vigorosa fuerza de la recreación musical de una aventura sin posible comparación, cierta necesidad de encontrar el escenario de tan épicas situaciones:
[...] And the journey continued through a succession of arches, appearing before them as if they were the aisles of a gothic cathedral; the walls were enhanced with impressions of Rock weeds and mosses from the Silurian epoch.
[...] Not only had they found life in the water but they had also found a flowing guide to the Centre of the Earth. They called the stream the Hansbach.
[...] For a moment, he thought he was back on the surface of the Earth, but soon realised that they had reached a world within a world.
Y una esquina de esas que llenan la vida, me lleva con María al interior de la Tierra en León, en la cueva de Valporquero, una de las mayores de Europa y a tenor de sus dimensiones, no puedo imaginar como serán la otras...(inciso) aparte queda Ojo Guareña, el complejo karstico -que bonita palabra- mayor del continente con 100 km de laberintos...
En la Gran Sala de Valporquero donde caben diez mil metros cúbicos, si10000, se recrea mi imaginación con la composición a base de órganos Hammond y los entonces ¡1974! innovadores sintetizadores Moog, para crear esa masa instrumental enloquecida de The Battle (tercer corte del disco)...
Los islandeses tienen agujeros por donde dicen se accede al centro de la tierra, pero creo están equivocados...La Gran Via de Valporquero de 400 m de largo y mas de 20 de altura te pone directamente allí, dentro, permitiéndote no ya lanzar tu imaginación, sino visualizar el interior de la corteza, ver el interior de los estratos, tan familiares afuera donde son fácilmente visibles...
Aquí dentro, esforzándose uno en apartar la mirada de la cosmética lisérgicas de los infinitos churretes que penden del techo, allá arriba, de las intrincadas columnas salomónicas, y de un mar de estalagmitas brotando por doquier, llega uno a sentir que se está realmente en ese interior tan hipnóticamente comentado por David Hemmings en la obra de RW cuando el silencio se apodera de la música. ¿Sabeis quién es este Hemmings...¡el fotógrafo de la incalificable (seré correcto ahora, por no herir innecesariamente sensibilidades mas intelectuales que la mía, ni hacer demostraciones en este espacio público de mi sincera irreverencia a los dioses) Blow up!!!
El mundo es un pañuelo hasta en el viaje al interior de la Tierra.